lunes, 7 de abril de 2014

Poesía nostálgica


        
       Esta poesía surge de mis últimos recuerdos en mi pueblo, paseando por la Vía Verde del Guadalimar, donde disfruté de una tarde soleada unos días antes de que entrara la primavera y me viniera para Troyes (Francia).


Caminando por la Vía Verde del Guadalimar una tarde
con los rayos de sol de una primavera
que llegaba aún temprana y serena
vi un lagarto con una gran cola todo verde
como los nuevos brotes primaverales.
Salió corriendo raudo y veloz en cuanto me vio,
siguiendo mi camino en busca del río
a cuyos pies se divisan majestuosas y colosales
los vestigios de la ciudad ibero-romana de Cástulo,
mientras a mi paso lento y relajado saltaron
enormes y confiados conejos que cruzaron
ante mí pausados y sin disimulo,
pues todo el campo es su casa.
Y allá donde el caudaloso río discurre,
un jabalí enorme se puso a correr
en cuanto oyó crujir la hojarasca.

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